domingo, 27 de octubre de 2013

El mundo de los negocios habla inglés

El mundo de los negocios habla inglés
Durante un vuelo realizado entre París y México, tuve que hacer escala en Londres para poder tomar el vuelo de conexión. Con dos horas de espera me puse a curiosear en las tiendas de revistas y periódicos del edificio terminal 5 de Heathrow. Tuve la grata experiencia de hojear la revista de Harvard Business Review en la cual descubrí agradablemente un artículo que hablaba de la importancia que el idioma Inglés ha venido tomando a través del tiempo.  El artículo me ha parecido tan interesante por su contenido que me he permitido tomar los datos y anécdotas importantes contenidas en el documento para comentarlas aquí.
El artículo hace referencia al hecho de que cada vez más grupos multinacionales, tales como Airbus, Daimler-Chrysler, Nokia, Samsung, SAP entre muchas otras organizaciones, han adoptado el idioma Inglés como  “Lingua Franca” y medio de comunicación entre colaboradores y equipos multidisciplinarios, para facilitar los intercambios profesionales. El autor hace alusión en su artículo a un ejemplo personal que tuvo lugar en París en donde equipos de trabajo de diferentes organizaciones tuvieron que reunirse para llevar a cabo una negociación, el solo detalle era que no todos los miembros hablaban francés; resultado, el negocio no pudo ser concluido. Se comenta que este hecho fue como un balde de agua helada para el director y consecuentemente la organización tuvo que adoptar una estrategia  de acción inmediata para formar a su personal al uso del idioma inglés.

La adopción de un lenguaje común no sólo es una buena idea sino una verdadera necesidad.
Preocupaciones similares motivaron al presidente del grupo Rakuten, Hiroshi Mikitani quien impuso el idioma inglés como idioma oficial de la compañía. El objetivo era llegar a ser la compañía número uno en el negocio de  servicios de Internet.  Para el señor Mikitani lograr esto con 7 100 empleados fue todo un reto sobretodo porque los planes de expansión de la corporación incluían importantes planes de desarrollo fuera de Japón. La compañía, con valor de varios billones de dólares,  se encontraba en una importante fase de crecimiento, había realizado adquisiciones muy importantes entre las que figuraban PriceMinister.com en Francia, Buy.com y FreeCause en los Estados Unidos, Play.com en el Reino Unido, Kobo e-books en Canadá, además de haber realizado importantes joint-venture con grandes empresas en China, Indonesia, Taiwan, Tailandia y Brasil. 
Tomando muy en serio su papel acerca de la implantación del inglés como medio de comunicación,  hizo su anuncio en inglés a un público de habla japonesa; al siguiente día todos los menús y anuncios en lugares públicos fueron remplazados por sus versiones en inglés e incluso hizo pasar el mensaje internamente de que todo empleado que no alcanzara el nivel de inglés adecuado en un lapso de tiempo de 2 años, enfrentaría serios problemas e incluso el riesgo de ser despedido.
Como era de esperarse los medios de comunicación tomaron la iniciativa con fascinación y desdén, incluso el presidente de  Honda, Takanoubu  comentó que comunicarse en inglés entre colegas japoneses que hablaban  también japonés, era estúpido.
A pesar de la crítica, Mikitani persistió en su empresa y su política está dando los frutos esperados, actualmente la organización cuenta con un 50% de ejecutivos de alto nivel en la división de ingeniería que no son japoneses y que por lo tanto no hablan japonés. Casi la mitad de los empleados de la organización pueden ahora llevar a cabo comunicaciones efectivas en inglés y aproximadamente el 25 % mantiene lazos de colaboración frecuentes con asociados, filiales y colegas en otros países.
La adopción radical de una política similar no es sencilla y es de esperarse que las empresas tropiecen a lo largo del camino, incluso se generará resistencia por parte de los colaboradores. Varios de ellos se sentirán en franca desventaja si su nivel de inglés no es tan bueno como el de otros; la dinámica de algunos grupos de trabajo puede incluso verse afectada, sin mencionar el sentimiento nacionalista que pueda surgir. No obstante, para sobrevivir en una economía globalizada,  la organización se debe de vencer las barreras del idioma y el  inglés será casi siempre el terreno común; al menos por ahora.
El idioma con una mayor diseminación en la historia es el inglés ya que se habla por aproximadamente 1.75 billones de personas en el mundo, 385 millones lo hablan como lengua materna en países como los  Estados Unidos, Australia, Reino Unido, Canadá; aproximadamente un billón en antiguas colonias inglesas como India y Nigeria, y millones de personas alrededor del mundo que lo han estudiado como segunda lengua de comunicación. Aproximadamente 565 millones lo utilizan en Internet.
Los beneficios de la “Englishnization” como lo llama Mikitani, son significativos a pesar de ser relativamente nuevos;  empresas de nueva creación ya han implementado políticas con resultados consistentes.  No obstante, es bien sabido que la implantación de una política "monolingüe" puede ser contraproducente,  pero el hecho es reconocer que el inglés es el medio de comunicación oficial entre organizaciones independientemente en donde quiera que  estén ubicadas.

Dentro de los motivos por los cuales una organización desea moverse al terreno del  bilingüísmo figuran los siguientes:

Presión de la competencia: si se quiere vender al exterior de un país, hay que comunicar con un abanico diverso de clientes.  Aquellas empresas que no implementan programas de  formación en este rubro limitan su crecimiento y por ende se ponen en desventaja con relación a su competidor.

Globalización de tareas y  de recursos:  la barrea del idioma, cuando esta existe, puede ocasionar cuellos de botella estrechos y difíciles de sortear, sobre todo en aquellas en donde los colaboradores se encuentran geográficamente dispersos. Por ejemplo, una empresa en Bélgica que necesita tener la opinión de su contra-parte en México sufrirá irremediablemente. La información oportuna ofrece una mejor comprensión del entorno del negocio y facilita el proceso de decisiones.

Integración de empresas en fusiones y adquisiciones:  el proceso de negociación es en si complicado, ahora habrá que imaginar los posibles impedimentos cuando existe una barrera de idioma. Cuando las empresas Alemanas Hoechts y Francesas Rhône-Poulenc se unieron para formar una importante empresa en 1998, se estableció el uso del inglés como medio de comunicación como política lingüística.

Obstáculos a la implantación de una política lingüística.

A pesar de la necesidad percibida de cambio, es evidente que una política de este tipo puede ocasionar tensiones entre el público meta.  Dentro de los factores de riesgo que se pueden identificar tenemos los siguientes:

El cambio siempre viene como un shock.  A pesar de la cantidad de preparación e información que se haga llegar a los niveles operativos, el cambio se sufre siempre cuando la realidad se presenta. Esto le pasó a una colaboradora al implementarse la política en FrenchCo’s; Marie estaba muy entusiasmada con el proyecto ya que en el pasado ella había estado comunicándose con colegas en el extranjero, así que Marie vio el cambio como un signo positivo. Su sorpresa fue enorme cuando constató que una reunión de rutina que originalmente se llevaba a cabo en su idioma materno, el francés,  ahora sería en inglés. Esto fue como un balde de agua helada para ella. Marie recuerda haber entrado a la reunión muy entusiasmada hasta que notó lo audífonos para la interpretación simultánea. “ Fue muy humillante, me sentí más como una observadora y no una parte activa de mi propia reunión

La seguridad personal disminuye cuando no nativo-parlantes intentan ahora hacerlo de manera sistemática, en inglés. La peor parte es aceptar  el hecho de saber que el verdadero valor profesional de una persona, es opacado por la habilidad de comunicación que uno tiene en una lengua extranjera.  Un empleado que enfrenta una situación de esta naturaleza siempre se preocupará por el hecho de no ser tomado en cuenta  para una promoción de trabajo por falta de los recursos lingüísticos apropiados.   
La experiencia en Global Tech refleja esto en la proporción de frustración que resienten los colaboradores 2 años después de implementada la medida.


Resistencia al cambio.  Es frecuente observar colaboradores que tratan de interactuar  en inglés durante las reuniones de trabajo pero que regresan a sus lenguas maternas para expresar ideas más claramente y más rápidamente en perjuicio de sus colegas anglo-parlantes. Empleados en ciertas firmas pueden incluso sabotear las reuniones que se llevarán a cabo en inglés, faltando a ellas o proponiendo horarios irrealistas para su organización.

Las soluciones a este conflicto pueden ser variadas ya que la adopción de una única lengua de comunicación no es una tarea fácil.  Un marco de referencia puede coadyuvar a dicho proceso identificando el grado de aceptación y  la capacidad de integración de la medida.

Consejos para una implantación asegurada

Involucrar a los colaboradores. Antes de realizar cualquier movimiento, los dirigentes de una organización deben de llevar a cabo una acción de sensibilización y comunicar los porqués de dicha medida. Los colaboradores necesitan saber que tendrán todo el soporte necesario para la adquisición de las competencias lingüísticas necesarias  y la formación contribuirá a mantener dichos objetivos en mente. La dirección necesitará comunicar en ese sentido para que los colaboradores tengan la motivación suficiente para alcanzar dichas metas.

Los niveles gerenciales deben actuar como referees y líderes  de proyecto asumiendo la responsabilidad de asegurar el cumplimiento de dicha medida.  Los grupos de trabajo necesitan establecer normas de funcionamiento  que indiquen como interactuar entre miembros de los equipos y los gerentes tendrán que seguir de cerca dicho comportamiento. Por ejemplo corregir a los empleados cuando estos últimos hagan intentos de regresar al idioma materno en los momentos de intercambio.

Los nativo-parlantes pueden mesurar su nivel en intercambios, por ejemplo hablando mas lentamente y con un lenguaje simplificado. Tratar de evitar  monopolizar las conversaciones e intercambios, alentando a aquellos cuya lengua materna  no sea el inglés a contribuir con comentarios durante interacciones de trabajo.

La realidad del caso es que cada colaborador necesita adoptar el proyecto como el suyo propio, sin este elemento es difícil obtener resultados positivos.  Existen mecanismos que coadyuvan al cambio, típicamente un estímulo psicológico y un entrenamiento práctico.

Los niveles gerenciales y directivos deben de mostrar su implicación en este proceso proponiendo una variedad importante de opciones de formación lingüística que permita a los colaboradores obtener el nivel deseado. El nivel de compromiso  del colaborador y su apoyo harán la diferencia.

Cuatro son las estrategias que los niveles gerenciales pueden utilizar como mecanismos de éxito:

Ofrecer oportunidades de obtener una verdadera experiencia de contacto con el idioma, ya sea a través de educación, experiencia laboral de terreno, o incluso un viaje lingüístico en el extranjero; acciones, estas últimas, encaminadas a infundir confianza en el colaborador. Por ejemplo Rakuten propone enviar a empleados clave a cursos de inmersión total en el extranjero o bien llevar a cabo un periodo de práctica en una de las filiales de la empresa en otro país.

Fomentar la actitud positiva, ya que esta última tiende a ser contagiosa. La confianza de un individuo se incrementa cuando ve y comprueba que sus compañeros, amigos y subalternos se integran al cambio radical también. Desafortunadamente lo contrario también es  posible.  Mikitani enfocó su atención en los niveles gerenciales medios porqué sabía cuál era la influencia que estos últimos ejercerían sobre el total de la población.

Ser persuasivo verbalmente,  en efecto,  las muestras positivas de aliento  tales como, "tu puedes" o "cree en ti mismo", pueden hacer la diferencia.  Para evitar renuncias masivas, Rakuten detectó entre los empleados clave el talento que la empresa quería retener, así que implementó un programa de formación específicamente pensado para cada uno de sus miembros. Mikitani repitió varias veces  que haría lo necesario  para asegurarse de que sus  colaboradores alcanzaran sus metas y evitar medidas drásticas.

Fomentar los buenos hábitos.  Las organizaciones necesitan contar con los servicios de profesionales especialistas en programas de formación lingüística que apoyen y ayuden al colaborador en sus fases de desarrollo  y aprendizaje.  Dichas firmas necesitan colaborar muy estrechamente con la organización, entendiendo sus necesidades y actuando como guías pedagógicos para los capacitandos, desde mostrarles estrategias efectivas de aprendizaje hasta la redacción clara y concisa de un e-mail en el trabajo.

Una comunicación constante y clara por parte de la dirección es clave en el éxito del programa.  Los líderes de la organización tienen que  demostrar la importancia de la globalización de los mercados y hacer notar cómo, el manejo del inglés,  es clave en ese desarrollo.  Mikitani mostró siempre la importancia de la política de uso del idioma inglés; por ejemplo los directores de las diferentes unidades de trabajo tenían que realizar sus reportes de negocios en inglés y Mikitani procedió siempre a contestarles resaltando la importancia que el uso de este idioma tenía en las actividades habituales del día a día.

Los directivos tienen que comunicar un sentimiento de urgencia para que los empleados de una organización se auto-identifiquen como gerentes globales y no locales. Rakuten promovió esta idea haciendo que los equipos multidisciplinarios en diferentes partes de mundo, interactuaran entre si.

Es claro que la adopción de una política lingüística no es cosa fácil, pero la dirección debe de asegurarse de que los empleados acepten y adopten una medida de este tipo de la manera más sana posible, evitando riesgos y derrapes, construyendo una vía de colaboración y de comunicación con ellos. Mikitani, respondió cuando le preguntaron, que aconsejaría a otros CEOs en circunstancias similares y el respondió “Deben de mantenerse firmes y en la línea de la directiva de cambio, si usted cede un poco, entonces sus colaboradores también”.  



El cambio en una política lingüística lleva tiempo pero con perseverancia es realizable además de que si se desea ganar al competidor, implementarla ya no es una cuestión opcional.

Tsedal Neeley (May 2012), Global Business Speaks English, Harvard Business Review.

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